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la república fallida

 
La República Fallida 
2012

Galería ICPNA- San Miguel - Lima, Perú.

La República Peruana se caracteriza por las constantes exclusiones y que sólo algunos de sus ciudadanos gocen del ejercicio excepcional y pleno de sus derechos. Esta República Criolla se construye con grandes ausentes: las oprimidas y amplias masas que conforman las naciones originarias. Así, el sueño modernizador de hombres libres que representó la República en la gesta liberadora americana, no ha cumplido en nuestro país, su redentora misión.

 

Con el paso de los años, estas contradicciones se vuelven más insultantes, y con ello, la fractura se hace más evidente, la clase hegemónica y sus intereses sólo cambian de nombre y los explotados siguen siendo los mismos. En su historia oficial hacen pasar como “verdad” determinados conceptos construidos a partir de determinados iconos. Con ello han creado un imaginario aceptado y tolerado por todos. Esta república centralista, hegemónicamente injusta sigue basando sus privilegios en conceptos tan inaceptables y caducos como las razas, ejerciendo además una cultura exclusiva y excluyente, que variando su grado de intolerancia y prepotencia, de acuerdo al gobernante de turno, mantiene como comportamiento habitual la violación constante de los DD.HH de nuestras grandes mayorías, la irreflexiva subasta del territorio y estúpida depredación del ambiente. La reciente guerra interna lo puso de manifiesto; en sus causas, consecuencias y en el debate post CVR, esta república de farsas y mentiras a demostrado su incapacidad de garantizar la vida digna, la democracia y el pleno respeto de nuestros DD.HH. 

 

Y es a partir de estos conceptos y sus símbolos, que la propuesta visual y plástica del joven artista Mauricio Delgado Castillo no se agota en señalárnoslo sino que en un fértil alegato simbólico ha logrado desentrañar el fiero rostro del horror para a través de sus obras evidenciarnos la superposición de momentos históricos que no se van excluyendo o cancelando al pasar de una época a otra, como exige el concepto del progreso sino que medran en beneficio solo de algunos.

 

El ciudadano Delgado Castillo a partir de su agresiva paleta de color, de transparencias y claros oscuros, de imágenes contrapuestas, logra destruir el falaz argumento republicano de “nuestra” atávica incapacidad para aprender del error, esa quimera increíble con que la elite ha protegido el secuestro perpetrado por ellos de la estructura republicana y que impiden cualquier transformación profunda, haciendo que pervivan todos los infortunios todos, unas sobre todas, perpetuando así la injusticia y el despropósito, mimetizando, “olvidando” sus obscenos privilegios y el verdadero porque de las cosas.

 

Así en La Republica Fallida discurren a lo largo de estos diecisiete óleos y cuatro obras tridimensionales, no fantasmales entidades y personajes ya muertos, sino es el dialogo encrespado y altisonante entre el hoy, el ayer, el siempre ante nosotros, ciudadanos de una patria que aun aspira expiación, dignidad, memoria, justicia para refundarlas juntos,

 

Esta nueva republica de renacer con todos, a la que nos invita el artista a forjar y soñar, es un abanico maravilloso de heredades y naciones que nos conforman, cada una en su justa y plena valía, por ello detengamos la trágica paradoja de esta república que no puede garantizarle a todos los peruanos, la ciudadanía. No mas penumbras, no mas coyuntura, no mas anécdota, hagamos desde el arte la política de nuestra felicidad. Vamos a ponernos el alma. ¡Aquí nadie sobra!.

César Ramos Aldana, curador independiente.

 

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